Habilidades Naturales

Habilidades Naturales

En principio, voy a plasmar y resumir la definición de lo que significa un hábito para poner en contexto el desarrollo de este contenido que tanto me aviva plasmar.

Naturalmente una persona desde su primera infancia ejerce conductas innatas con las cuales inicia el desarrollo del Sistema Nervioso. Sin embargo, con el paso de los años y en algún punto, esas conductas se convierten en hábitos y de la mano con él, se implanta el sentido protagónico. Quiero decir que, si de niños aún se tenía la oportunidad de no identificarse con el miedo, tras la aparición del «sentido egoico», se pierde esa capacidad; finalmente se acaba respirando miedo, haciendo de él algo propio.

El sentido protagónico se identifica con la acción lo que involucra un esfuerzo volitivo o se identifica con el resultado de la acción y así, nos convencemos de que somos los protagonistas, amos y señores de todo lo que vivimos y pensamos. Con esto, lo que habitualmente ocurre es que creemos ser aquellos hábitos más reforzados y desconocemos que vivir en función de ellos, implica un gasto del sistema nervioso y las funciones fisiológicas.

De otra forma, en Astrología el ascendente indica la personalidad con que el individuo se ha conformado hasta los 7 años. Desde su nacimiento y hasta esta edad, las personas se mueven y se expresan con sus habilidades de la manera más inocente que existe, pero con el tiempo se transforman en hábitos como mecanismo de respuesta y de adaptación. Entonces esos hábitos ya conformados se ponen en manifiesto con el galán de galanes; el sentido protagónico, la personalidad, el sentido egoico, el ego, el yo; llámese cualquiera de estos.

Como lo mencioné en el anterior texto: «La viva solidez del hábito» tanto la habilidad como el hábito están estrechamente relacionados, su agente común es el sentido protagónico. Con su presencia o sin ella se basa su ecuación de funcionamiento.

No tiene ningún sentido esconder los conflictos que traen nuestros hábitos, ellos ya están instalados; lo que sí tiene sentido es hacer uso de una cualidad hermosa como salida para no vivir por la eternidad en función de ellos; esa salida son las habilidades innatas. Las personas poseemos algunas de tantas que se expresan de manera natural, pero que ocultamos bajo el manto del hábito. Las habilidades contienen libertad de expresión y su terreno NO es invadido por el protagonismo del yo.

Las habilidades innatas son respuestas eficientes a estímulos cognitivos y nacen de una acción sin esfuerzo, esfuerzo de voluntad. Además, las habilidades al ser innatas y estar completamente libres del «sentido protagónico» son inalterables en todo el desarrollo de la vida de una persona. Quiero plantear, que son aquellas certezas ingénitas que poseemos desde la concepción y hasta la muerte y que son pilares en donde apoyarnos en el devenir de la vida.

Parto desde una claridad absoluta, que para que una persona fluya en su vida y tenga más y mejores certezas es absolutamente necesario reconocer las habilidades en los primeros años de vida.

Sin embargo, como desde pequeños las habilidades fueron tomando otro color o simetría distinta a su génesis orgánica, pues podemos realizar ya de adultos su función inversa; transformar los hábitos en habilidades. Aunque más que transformar, diría que, recordarlas. Regresar a ellas bajo el estímulo cognitivo, que aflore la respuesta eficiente debida para que así nos lleve a un fluir sin esfuerzo ni lucha, por lo tanto, son pilares en donde apoyarnos en DEVENIR cambiar de la vida.

Para recordarlas o estimularlas primero, identifiquemos algunas según su grupo.

Conocemos Habilidades innatas de forma general las siguientes: COMUNICACIÓN, CONTEMPLACIÓN, AMOR AL SABER Y LA SENSIBILIDAD. Y como expresiones de ellas están:

  1. COMUNICACIÓN: contacto a través del lenguaje oral, los para-lenguajes, expresión corporal, pedagogía, capacidad sensorial, abstracción, conexión con la naturaleza, gozo por lo esencial, oratoria, y escritura. Se expresan de forma errada y como un hábito: el silencio, timidez, los gritos, la rigidez corporal, aislamiento psicológico.
  2. CONTEMPLACIÓN: gusto por la estética en todas las cosas y la naturaleza, aceptar el orden natural de las cosas, síntesis y detalles, curiosidad e investigar todo lo relacionado con la profundidad de las cosas naturales y reales. Se expresan como simetría errada: desconexión sensorial, insatisfacción, inconformismo, desconexión con el mundo y su entorno.
  3. AMOR POR EL SABER: aprender sobre temas intelectuales, leer, escribir, gusto por la soledad y reflexión. Se expresan erradamente: vacío existencial, ansiedad, curiosidad incesante, inquisidor, egoísmo, dominante, desconsuelo y apatía.
  4. SENSIBILIDAD: la dulzura y enseñanza; las expresiones artísticas de todo tipo y la confianza total; la sensitividad y el instinto; la entrega y la creatividad; la pasión y la intuición; la vulnerabilidad y compasión; otra más, la empatía. Sus expresiones erradas y como hábito mal formado: dureza, timidez, insensibilidad, sentido de control, escepticismo, contención, ira, agresión, desconfianza, mente limitada y estrecha.

Las habilidades se pueden estimular y encontrar de muchas maneras: en el juego de cualquier forma que impacte y sorprenda, en la novedad, en la curiosidad reflexiva e intelectual, en el yoga, en la meditación, en el arte de cualquier espectro, en el deporte, en la improvisación, en la risa, en el cuidado por las cosas o las personas, en el hablar en público, y en la astrología. Esta son una de miles que se pueden encontrar, una más que otras dependiendo del patrón de hábitos que se contenga. Una vez reconocidas las habilidades, solo queda alimentar las facetas que las hacen mostrarse en todo su esplendor.

CORAZONES: si al hábito le quitamos el «sentido protagónico» lo que queda es la habilidad. Y que cualquier habilidad hecha con «sentido protagónico» se convierte en hábito.

Por eso, estén atentos a detectar los hábitos más instaurados e investigar sobre qué pasaría si no se identificaran con ellos. Reconozcan las habilidades innatas, aquellas herramientas que trajiste al nacer y con las que contarás siempre para generar una vida más fluida y constructiva.

Aly, la profe

Mayo 2020