Tiempos de Acercamiento
Estamos viviendo un tiempo y circunstancias completamente, o casi descocido para muchos de nosotros, por lo cual nos lleva a un trabajo de introspección imperioso. Para aquellos que ya llevamos algunos años en este camino de comprensiones emocionales y de ajustes internos no es sorpresivo de ninguna manera. Existe tanta inflamación crónica en las mentes humanas que es justo el momento para iniciar y realizar los ajustes que corresponden.
Los seres estamos hechos de luz, y la desprendemos en forma de biofotón. Esa luz está concentrada en las células de cada ser vivo como soles pequeños que emanan energía y que por ende vibran a una frecuencia determinada.
Esa frecuencia se ve manifestada en los pensamientos, en las emociones y es allí donde se deriva la realidad que percibimos y vivimos; realidad que se mueve dentro de un rango de vibración, y todo lo que vibre fuera de él es imperceptible para todos; es tanto como si no existiera porque no se revela en la nuestra.
En ese rango que emiten se puede vibrar de diferentes formas y niveles, entonces si los seres humanos se dejan arrastrar por las circunstancias externas que suceden alrededor de sus vidas, induce a que la vibración en consecuencia, soporte incontables variaciones. Lo que no todos saben es que esa vibración se puede mantener alta y que tenemos el poder para hacerlo, incluso en los escenarios más precarios. Lo asombroso de todo esto es que esa luz que se emite afecta circularmente todo ámbito.
De hecho, todas las cosas que ocurren en las periferias de los mundos de los seres humanos impactan sustancialmente en cada uno.
Así mismo, el sistema planetario emite y también recibe frecuencia, y con él intercambiamos la dichosa vibración. El ser humano tiene el poder, al igual que el sistema, de ajustar los niveles de vibración y frecuencia lumínica para elevarla y mantenerla en cualquier momento.
Hoy el planeta inicia una parada, pero no para que nosotros estemos en el mismo estado, sino para que tomemos acción con más poder y con armonía. Ahora mismo y de repente desaparecen el pasado y el futuro, quedando el instante; esto es muy beneficioso y perfecto para aquellos que aún no han hecho un trabajo de apertura consciente porque son las personas que están con mayor necesidad depurativa en áreas orgánicas y funcionales de su cuerpo.
Los ejes del planeta están cada vez más inclinados y estamos recibiendo cantidad de fotones y llamaradas del sol, aumentando exponencialmente nuestra información genética y el planeta que alienta esas llamaradas solares es Júpiter, un astro de expansión y de rompimiento de estructuras.
En este orden de ideas, la situación actual indica nada más, que con el inicio del año de 2020 es la hora de iniciar por fin el proceso de transformación profunda y de tocar fibras, porque la luz solar en tan intensa, que es capaz de poner en movimiento cualquier estancamiento de vibración en cada cuerpo en la tierra, incluidos los seres humanos.
Las vibraciones que se deslicen entre los opuestos – negativo y positivo – son frecuencias densas, es decir, las vibraciones que están entre el ataque y la defensa, entre el miedo y el pánico, entre los que creen que ya todo está acabado y no hay esperanza, entre los que lo dicen todo y los que no dicen nada y se paralizan. Estas frecuencias son la que requieren de la enfermedad que nos trae el reciente virus para trascender. El trascender traducido como la experiencia de vivir lo que tenga que vivir con dicha enfermedad. En el proceso se ejerce la depuración energética, física y mental. Aquí podrían suceder varias cosas: sufrir con un dolor extremo debido a los síntomas que trae el virus; el tiempo que se toma para pasar estas etapas de los síntomas, puede ser el máximo, 15 días; los síntomas son muy leves y el tiempo de recuperación es corto o simplemente morir. Morir como la forma más sublime de la trascendencia humana.
No se trata de si algunos van a ser castigados por la enfermedad ocasionada por el virus o si otros simplemente serán salvados, NO. Esto es más trascendental de lo que alcanzamos a vislumbrar en la esta dichosa situación. Dentro la información dimensional que poseo está la línea espacio temporal. “El espacio-tiempo es el modelo que combina el espacio y el tiempo en un continuo como dos conceptos inseparablemente relacionados. En este continuo espacio-temporal se representan todos los sucesos físicos del Universo. Como lo mencioné antes, no hay pasado, no hay futuro; es ahora, un instante, un continuo presente lleno de atención.
Desde esta línea de espacio-tiempo debe crearse una regulación vibracional, nada más. Y a los que roce, serán de alguna u otra forma, simplemente porque es necesario y correspondiente dentro las frecuencias de cambio.
Así pues, con esto no es más que estar atentos a observar y escuchar la vibración que emite el cuerpo, la mente, las emociones y el medio para que, con el poder que se nos ha concedido desde los tiempos de los tiempos, lo usemos. ¿Cómo? Con la meditación, la practica física, la alimentación viva para equilibrar el sistema de cada cuerpo correspondiente; reconociendo que cada instante en esta línea de espacio tiempo, la transformación requiere de un acercamiento a una muerte y a un renacer en cualquier estado de frecuencia. Tener la capacidad de morir a lo que se tenía antes y permitir la nueva vibración.
La vibración que conlleva a novedosos y agudos aprendizajes. Aprender a tomar decisiones, aprender a valorar las cosas sencillas; indagar sobre los errores individuales y de grupo. Penetrar en el miedo y aprender a vivir sin su compañía. Asimilar la equivocación y el perdón. Reconocer regularmente que los sistemas cambian e intercambian, pero no hipnotizan, justo lo que se visualiza con los medios y los gobiernos, y que sí evocamos que se tiene el poder de luz para elevar frecuencias de cualquier tipo en cualquier circunstancia con ello se puede comprender que todo se da en un medio apropiado y en las condiciones adecuadas, nada es al azar.
Ahora mismo, desde una consciencia superior que sacude e impone, diciendo que ya no se tiene tiempo, ni espacio, ni causa ni efecto, que solo está la línea de continuidad – el presente – y que el poder creador y de trascendencia está en las manos de cada uno.
Antes de este evento, el de COVID-19 se experimentaba la vida en el tiempo y espacio, la causa y el efecto a gotitas, ahora no, ahora es un instante justo de crear verdaderamente y saber que las estrategias de confinamiento impuestas por los gobiernos son sencillamente una forma de comprar tiempo, porque es verdad, que el virus nos tocará a la mayoría, por no decir que, a todos, incluso los abuelos y los menores. Sin embargo, hay que asumir que, las cosas son como son sin más.
Confiar en que se van a abrir los caminos, en que la vida se abre. Que tenemos que estar vibrando constantemente detectando los virus mentales, leyéndolos. Preguntando: ¿Que me quieres decir? ¿Qué pensamientos quieres crear? La verdadera sanación es inhalar y exhalar adecuadamente. Que de la respiración depende en qué canal o dimensión están: la dimensión de reflexión, de bienestar, de enfermedad, de carencia, de dolor, de miedo o de sanación.
La vibración alta y de color azul que contiene una robusta comunicación entre sí mismos y con los demás, labra y estabiliza la psique impulsando el trabajo en equipo y para el grupo. La vibración azulada fabrica tejidos celulares de familia, de trabajo, de amigos, de servicio, de enseñanza, dejándose llevar por la explosión del corazón; la mayor e intensa frecuencia que poseen.
Sepan que ya no existirán guías, que cada uno es y será su propio guía; adviertan que, de la confianza en su propio coraje y actitud, dependen el acercamiento a la asertividad tanto individual como colectiva.
Aly, la profe
Marzo 2020